El destino es cruel. Es muy injusto. Jara, una galguita que había luchado durante cinco años por sobrevivir. Encontrada enganchada en una alambrada. Con sus deditos machacados. Justo al mes de ser rescatada. Cuando ya había encontrado un lugar en donde nunca más sufriría y la querrían. Se la han llevado y ahora descansa en paz. Murió tranquila y feliz en los brazos de Ana, su ángel de la guarda el tiempo que vivió en su hogar. Ahora hay una nueva estrella en el firmamento, una estrella que brilla más que los demás. Jara.
2 de enero de 2007
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