

Palmete se pasó lloriqueando toda la visita (aunque solo le miraron los oídos). Y Philippe, quietecito en un rinconcito temblando...
Al final a Philippe le hicimos una analítica completa, ya que no conseguimos que engorde...
Y Palmete, como buen groumet que es, tiene alergia alimentaria y a partir de ahora tiene que comer pienso hipoalergénico...
¡Vaya par de dos!